sábado, agosto 30, 2008
Laberinto
jueves, agosto 21, 2008
Conversaciones... En Demencia.
Fundamentos Visuales II
lunes, agosto 18, 2008
Mi novia dice:
Tus lagrimas de cocodrilo, mis uñas de gato, todo lo estupidamente afiatado, las horas, las nubes, todo lo copado, la noche acude, una fiesta en un volcan, tus lagrimas brillan como piedras preciosas, eres una mina, un dragon en una jaula para peces, la discordancia de las horas, extiendes las palmas y se abre el universo y todas las constelaciones resplandecen, la concepcion fugaz del momento, tu boca, tu cuello, tu sexo, toda tu en un cuerpo.
>Y yo desfallezco en el acto... <
Nadie escribe más de puta madre q tú. Nadie, nadie, nadie, nadie. Y a mi me importa un pito la objetividad, porque en mi mundo, todo es absolutamente amorfo y subjetivo. Amo tu abrumadora subjetividad. Y tu risa; adoro tu risa cuando te ries de mí.
En fin, no he dibujado nada por estar mandandote mensajitos offline... (U_U)
viernes, agosto 15, 2008
Alergia
Hoy he querido escribir alguna entrada decente, pero no he podido. He sido atacada ferozmente por una alergia maldita que mantiene mi ojo izquierdo arrugado de la comesón (algo así como cuando se come un poco de limón y el ojo se arruga automáticamente).
Ya debería estar acostumbrada a mis alergias. De pronto me aborda un profundo escozor incontrolable que abarca desde la punta de mi naríz hasta los confines más recónditos de mis fosas nasales, me pican hasta esos lugares que no sabía que existían dentro de mi naríz. Aunque eso no es tan molesto como cuando me pica desenfrenadamente el paladar.
Sí, a mí me pica el paladar.
Yo me pregunto como es posible rascarse el paladar?!?! A lo largo de mi vida alérgica he comprobado que es practicamente imposible rascarse el paladar, es directamente proporcional a saber 46 idiomas a la perfección. He intentado rascarlo con mi lengua y con el piercing que tengo ahí y ha sido en vano; las uñas, debo acotar, no son un buen instrumento para rascar el paladar, hay microscópicas heriditas que pueden dar fe de ello.
Pero lo mejor de la alergia es la interminable cadena de estornudos q se posesiona de mi ser. Es cierto, los estornudos me poseen por completo. En un momento, quedo del todo despojada de mi alma y me convierto solo en una masa q estornuda y no hace más q estornudar una vez, dos veces, tres, cuatro, diez, doce, quince, veintisiete. Veintisiete estornudos sin parar, naturalmente resultan inverosímiles, pero que quede condenada a vivir por siempre con alergia si no es cierto.
Y luego viene la ruma de papel higiénico y el ardor en una nariz que, francamente, no tiene demasiado q envidiarle a una nariz de clown, roja e inmensa.
Me voy, después de un rollo de papel consumido, sin haber producido nada medianamente digerible, y recordando la paz que se siente cuando tu cara no es una gigantesca bola roja q solo quiere ser rascada por un rastrillo.
Achú! (versión alérgica de Amén).